En este momento estás viendo DÍAS DE HORROR EN LA FRONTERA SERBIA: LA ACCIÓN CONJUNTA CONTRA LOS TRAFICANTES DE PERSONAS SIGNIFICA VIOLENCIA CONTRA TODOS LOS INMIGRANTES, TAMBIÉN LOS NIÑOS
People walking in the dark, days before the raids started

DÍAS DE HORROR EN LA FRONTERA SERBIA: LA ACCIÓN CONJUNTA CONTRA LOS TRAFICANTES DE PERSONAS SIGNIFICA VIOLENCIA CONTRA TODOS LOS INMIGRANTES, TAMBIÉN LOS NIÑOS

Por Ginevra Canessa, Letizia De Palo y Zelda Mccormick. Fotos por Isa Eguiguren

Ayer, 2 de noviembre, como parte de nuestra rutina semanal, visitamos el campo oficial para refugiados y personas en movimiento situado en Subotica, sólo para encontrarlo completamente vacío. Un lugar que suele albergar a más de 300 personas en movimiento, entre hombres, mujeres, niños y familias, estaba de repente desierto.

Pronto supimos que el martes por la noche (31/10) la policía había acudido al campo con 5 autobuses para llevarse a la gente por la fuerza y con violencia. Nos dijeron que en este proceso hubo palizas y violencia policial. No sabemos a dónde se llevaron a estas personas, pero parece que el cierre de todos los campos serbios forma parte de la última acción patrocinada por el Estado para reprimir la migración ilegal en la frontera entre Serbia y Hungría.

Al parecer, también se van a cerrar los campos oficiales de Sombor, Horgos y Belgrado.

Estas nuevas medidas llegan después de que tres personas murieran en enfrentamientos armados en la zona de Horgos, en el norte de Serbia. Al adoptar públicamente medidas contra las bandas armadas de la zona, la policía serbia y la húngara acordaron colaborar para hacer frente a los grupos de contrabandistas y a la inmigración “irregular”. Con el nuevo acuerdo, la policía serbia ha estado llevando a cabo operaciones en la zona boscosa junto a la frontera con Hungría, en las que han participado la Unidad Especial Antiterrorista, la Gendarmería, helicópteros policiales e incluso tanques.

Recientemente se ha publicado un vídeo que muestra a fuerzas militares y policiales asaltando albergues y alojamientos informales en busca de traficantes de personas. El clip, de 7 minutos de duración, va acompañado de una música que recuerda a un videojuego de guerra. Fuerzas militares armadas con el rostro cubierto son filmadas mientras detienen y desalojan a personas de sus alojamientos.

El acuerdo es, oficialmente, “contra los traficantes de personas”, pero en la práctica la acción es contra todo el mundo.

Antes de hoy, habíamos sido testigos del aumento de la presencia policial en el campo de Subotica, lo que favorecía un clima constante de miedo para las personas a las que no se permite entrar en el campo. En nuestra última distribución cerca del campo de Subotica, los guardias nos dijeron que saliéramos por la zona exterior del campo. Cuando llegamos, la televisión pública RTV estaba filmando una escena que nunca habíamos visto antes: cientos de personas haciendo cola dentro del campo para recibir comida. Pero la realidad que vemos cada semana en el campo es muy distinta.

Cada semana, en el campo de Subotica, como No Name Kitchen, ayudamos a más de 300 personas que nos informan regularmente de que el acceso a los alimentos se limita a una pequeña minoría. Además, los alimentos suministrados carecen de los valores nutricionales adecuados, lo que obliga a la gente -al menos a quienes pueden permitírselo- a comprar comida en un pequeño negocio situado frente al campamento. Hoy nos hemos enterado de que el desalojo de la gente del campamento se produjo el mismo día, por la noche, después de que la televisión hubiera empezado a emitir por la mañana.

Por tanto, parece que estas dos acciones forman parte de la misma estrategia: la de asumir el control de la inmigración ilegal que pasa por Serbia. Supuestamente, la acción conjunta húngaro-serbia pretende hacer frente a las bandas implicadas en el contrabando de personas, pero parece que quienes se llevan la peor parte son todas las personas que se desplazan.

Estos movimientos se producen en un momento particular: las elecciones parlamentarias serbias se aproximan en diciembre. El viernes, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, advirtió de que si el ministro del Interior no tomaba las riendas de la situación, llevaría al ejército al norte del país.

Al mismo tiempo, países europeos como Italia y Eslovenia están aumentando la presión sobre la ruta de los Balcanes mediante el refuerzo de las fronteras dentro del espacio Schengen [debido a preocupaciones de seguridad relacionadas con Oriente Próximo].

La gente, escondida en el bosque, cuenta que se muere literalmente de hambre

Estas maniobras políticas también han afectado a nuestro trabajo y a las actividades de otras organizaciones. Todos los días nos paran y registran nuestros coches y efectos personales.

Durante una distribución en la zona de Horgos, la policía serbia y FRONTEX infligieron violencia física con una porra a un miembro de otra organización con la que colaboramos aquí en Subotica. Desalentar a los grupos solidarios de la zona parece ser el reverso preocupante de esta nueva acción política.

Denunciamos la violencia que se está produciendo en la frontera serbohúngara y el aumento de la criminalización de las personas en movimiento. Estamos siendo testigos de las maniobras de propaganda política que el gobierno serbio, con el apoyo de la UE y sus socios, está poniendo en marcha para justificar la persecución de las personas que se desplazan.