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DESALOJOS Y CRIMINALIZACIÓN DE LA MIGRACIÓN EN SERBIA

  • Categoría de la entrada:Blog
  • Tiempo de lectura:7 minutos de lectura

Por Levke. Fotografías de Francesco Cibatti y Bait. Traducción por B.Bécares

NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA DESDE SERBIA. Esta madrugada, agentes de policía de Serbia se presentaron en lugares donde dormían decenas de personas en movimiento. La policía llegó con armas de fuego, despertaron a la gente y la obligaron a subir a dos autobuses. La gente no tenía espacio para alojarse en el campo de refugiados oficial (en el que la Unión Europea gasta mucho dinero), así que estaban durmiendo en los alrededores de este.

Diversas personas víctimas de este desalojo se ha puesto en contacto con nosotros: están asustadas porque la policía les dijo que las iban a llevar a Macedonia del Norte. No conocemos ningún caso de deportaciones de Serbia a Macedonia por esta vía recientemente y esto sería totalmente ilegal.

Estamos esperando más noticias. Una práctica común es obligar a la gente a ir a otros campos en el sur del país, para alejarlos de cualquier frontera de la UE.

Francesco Cibatti

Cuando hablamos de externalización de las fronteras de la Unión Europea hablamos de esto. Bruselas, con el apoyo de todos los países de la UE, invierte millones de euros en equipar a nuestros países vecinos con más y más policías para dificultar la vida de la gente, para impedir que las personas en tránsito vengan a la Unión Europea, a cualquier precio: la tortura y la violencia forman parte de esto.

Esto no sólo ocurre con las personas que viven en asentamientos no oficiales: en Sombor, otra ciudad serbia, la policía desalojó al menos 4 veces en las últimas dos semanas a decenas de personas del campo de refugiados oficial donde la gente tiene derecho a quedarse.

Sabemos también de un policía que pidió a la gente en uno de estos asentamientos sus tarjetas de identificación del campamento y si tenían algún documento de Serbia y después les dijo que fueran a los campamentos del sur, ya que los campamentos del norte están llenos. El hecho de que la policía vaya con armas frente a personas que simplemente están durmiendo en algún asentamiento informal es un ejemplo de la CRIMINALIZACIÓN de la migración.

Es importante recordar que en los campamentos no hay posibilidades de tener una vida normal, ni de llevar a los hijos a la escuela, ni de tener intimidad, ni de conseguir ningún documento que regularice la situación de alguien….


Desalojo de Tavankut: cuando te llevan todo lo que tienes

La semana pasada, en la jungla (así es como se llama a las zonas de bosque donde se ven obligados a vivir) de Tavankut, en el norte de Serbia, a unos kilómetros de Subotica, junto a la frontera húngara, donde entre 15 y 50 personas sobreviven en tiendas de campaña creadas por ellos mismos para esperar la próxima oportunidad de venir a Europa y poder comenzar vivir una vida digna.

Los campamentos oficiales del norte de Serbia están superpoblados y en condiciones inaceptables.

Estas personas, a las que ya se les ha privado de demasiadas cosas, se vieron sometidas a otra terrible situación el pasado miércoles: La policía serbia, en colaboración con gente local, disolvió el que ya era de antes un muy precario refugio. Por la noche, al menos 3 coches de policía llegaron y empezaron a destruir las posesiones y el lugar donde se alojaban las personas. Golpearon a todas las personas que encontraron en el lugar y las atacaron de forma muy violenta, según los testimonios de la gente y según pudimos luego observar en las marcas en los cuerpos de las personas.

Cortaron las pocas tiendas y lonas que los protegían de la lluvia con cuchillos y cúteres, y destruyeron los pocos objetos de valor, robaron la comida y el agua y sobre todo los depósitos de agua. Después de haber sido despojados de sus últimas pertenencias, la gente que ayudó en esta misión también grabó con sus teléfonos y humilló aún más a las personas mientras caminaban de regreso al devastado lugar donde han vuelto a vivir, pero con menos cosas.

Las fotos muestran cuál es la última dignidad que se le ha arrebatado a la gente. El desorden y el robo de objetos personales acaban por destrozar a las personas que llevan varios días y semanas intentando sobrevivir aquí. Están desesperados y sin esperanza.

A pesar de toda la frustración, no les quedó más remedio que recoger los restos de comida e improvisar de alguna manera un lugar para dormir. «Lo peor es que me voy a congelar. De verdad. Quiero decir, siempre tengo frío, pero hoy va a ser aún peor», nos comentó un chico.

Esta repugnante forma de pisotear aún más los derechos humanos es inaceptable y debe ser condenada en los términos más enérgicos. Nos solidarizamos con todos los que se ven privados de estos derechos y continuamos nuestra lucha diaria contra las fronteras y las violaciones de los derechos humanos.