Por Irina Samy & Bárbara Bécares
Estamos en el Tarajal. Hay mucha presencia militar, se han desplazado tanques. Hemos visto que se ha lanzado humo durante al menos una hora en la franja entre los puestos fronterizo marroquí y español. Desconocemos si ha sido gas lacrimogeno
Se puede ver a muchas personas al otro lado, desde la playa hasta las montañas que se yerguen cerca de la valla. Hay un grupo de personas subidas en la valla
De momento, el acceso a las naves, que es el lugar donde se desplaza a las personas recién llegadas para hacer cuarentena, se ha limitado, teniendo en cuenta que a primera hora de esta mañana estaban desbordadas de personas.
Hemos podido observar que la policía está usando la fuerza, empleando porras contra posibles solicitantes de asilo y, por lo tanto, vulnerando el derecho a la protección internacional de estas personas.
Hay muchos menores entre las llegadas, de momento, no podemos hablar de números
Hemos oído a medios hablar de invasión. ESTO NO ES UNA INVASIÓN. Recordemos que las invasiones suelen ser operativos militares. Hoy, en Ceuta, son personas que buscan auxilio a la emergencia humanitaria que viven en Marruecos, mientras la censura al otro lado ha silenciado estas situaciones. Este es el resultado de una de las fronteras más desiguales del mundo y de unas políticas migratorias que externalizan la gestión de nuestro territorio y vulneran los derechos humanos sistemática e impunemente.
Desde No Name Kitchen queremos recordar a la prensa la IMPORTANCIA de informar con un contexto. No vale alarmar a la población. No es ético presentar esta situación como unos contra otros. Una periodista o un periodista debe poner contexto, explicar lo que sucede y nunca jamás deshumanizar a una persona gratuitamente. Una situacón así no surge de la nada. Una situación así es consecuencia de muchos factores, entre los que encontramos un pasado colonial en el que España y Europa tienen una importante responsabilidad frente a la situación de nuestro país vecino Marruecos del que las personas intentan escapar.
El Ministro de Interior Marlaska asegura que ya han sido devueltas 2700 personas y declara que están trabajando en la “devolución inmediata por los cauces legalmente concebidos”. La respuesta “contundente en la defensa de nuestras fronteras” no puede valerse de la respuesta a la instrumentalizacion del dolor y la esperanza de miles de personas y de la quiebra del principio de proporcionalidad.
Exigimos garantías legales para las personas que solicitan protección internacional. Recordamoa que los tanques del ejército español se enfrentan a personas desarmadas.
En un día como este y en el aniversario de la muerte de Ahmed, queremos recordarlo. Ahmed es una persona de Marruecos que el 13 de mayo de 2020 murió en Bosnia, en un pueblo cercano a las fronteras de la Unión Europea porque quería tomar una ducha. Muchas personas de Marruecos, para poder migrar, prefieren volar a Turquía y hacer una Ruta de los Balcanes que lleva años recorrer y donde se juegan la salud y donde no tienen ningún derecho por años. Muchas personas de Marruecos nos dicen: es muy duro, pero mejor ir caminando, que enfrentarse al Mar Mediterráneo. Ahmed vivía fuera del campo oficial de refugiados Miral (pagado con el mismo dinero de la UE que cierra las fronteras) que estaba lleno y no aceptaba a más personas. Las autoridades locales han restringido el acceso a agua desde hace tiempo y Ahmed quiso tomarse una ducha. Se asfixió entre los abarrotes de la reja que rodea el campo, porque quería darse una ducha.
Estas historias son las que realmente deberían escandalizarnos.
