Por Benedetta Bressan, G.C, Sofia Fanfani y Zelda Mccormick, como parte del equipo de No Name Kitchen en Serbia. Editado por Ali y diseñado por Isabella Pasqualetti. Comunicado traducido por Clemen Talvy.
No Name Kitchen, el movimiento independiente que trabaja en solidaridad con las personas que se desplazan por la ruta de los Balcanes, publica su último informe: «Watch The Camp: Counter Mapping Architectures of Violence in Serbia» (“Vigilar el campo: contra-mapeo de las arquitecturas de violencia en Serbia”).
Basado en tres meses de observación y estudio en campos de refugiados serbios, el informe aboga por «vigilar el campo», como espacio donde queda al descubierto el complejo conjunto de fuerzas sociales, políticas y económicas de la gestión de la migración que operan a escala nacional, regional y mundial.
Las principales conclusiones del informe son:
- Los campos financiados por la UE en Serbia son escenario de graves violaciones de derechos humanos y desplazamientos que contravienen el CEDH. El informe destaca el hacinamiento, malas condiciones higiénicas y formas de brutalidad policial. También muestra cómo la geografía excluyente de los campos en Serbia permite que esta violencia pase desapercibida y sin supervisión.
- El giro, por parte de Serbia, en la gestión de la migración hacia un enfoque más securitario conforme al Nuevo Pacto de Migración de la UE. Una observación de tres meses muestra cómo el uso de campamentos en Serbia es clave para las nuevas estrategias de gestión de la migración a nivel de la UE. Éstas se basan en dos principios fundamentales (i) frenar la circulación de personas hacia la UE y (ii) maximizar los beneficios de las entidades privadas y públicas implicadas en el control y la vigilancia de las personas.
- A escala mundial, el informe presenta nuevas tendencias vinculadas a la aparición del complejo industrial fronterizo. Señala, por ejemplo, el papel clave desempeñado por Israel en el intercambio de tecnologías de la violencia para la contención y la vigilancia.
- El fracaso del ACNUR a la hora de defender los derechos de las personas migrantes y refugiadas en Serbia, al seguir siendo cómplices de unas condiciones de vida y sanitarias inadecuadas, y no denunciarlas.
- Los reportes oficiales del ACNUR sobre los centros serbios de migrantes presentan sistemáticamente datos inexactos sobre la capacidad y las condiciones de los campos, oscureciendo los datos sobre hacinamiento, la falta de asistencia sanitaria y las condiciones.
Aquí tienes el informe completo (en inglés):
Contexto y estructura del informe
De octubre a diciembre de 2023, los campos de refugiados serbios se vieron sometidos a una intensa serie de redadas y desalojos tras el inicio de la Acción Conjunta contra el Tráfico Ilícito de Personas, una operación militar que llevaron a cabo en suelo serbio los gobiernos serbio y húngaro. La operación, que se enfrentaba abiertamente a los grupos de traficantes en el norte de Serbia, tuvo consecuencias dramáticas para las personas que buscaban protección internacional, y cambió significativamente el trazado de la «ruta de los Balcanes».
El informe sigue el desarrollo de la operación y sus efectos sobre las personas en tránsito, a través de los acontecimientos y las principales conclusiones en seis centros de acogida/tránsito y asilo situados en el noroeste de Serbia, cerca de las fronteras con Hungría y Croacia, entre octubre y diciembre de 2023. Denuncia los abusos policiales y la violencia institucional que tuvieron lugar en esos meses, y expone un fuerte giro securitario en la gestión de la migración serbia.