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Las devoluciones desde Italia a Grecia de personas en busca de seguridad no son nuevas: una larga historia de prácticas ilegales

  • Categoría de la entrada:Grecia
  • Tiempo de lectura:8 minutos de lectura

Por B.Bécares/No Name Kitchen. Fotos de Alesia A. / No Name Kitchen

Desde enero de 2019, No Name Kitchen está presente en Patras con el objetivo de denunciar las devoluciones ILEGALES de personas desde Italia a Grecia. Las fotos de esta publicación fueron tomadas recientemente en un ferry. Como se puede ver, hay una sala llamada “SALA DE INMIGRACIÓN”.

Hace algunas semanas, dos periodistas que estaban escribiendo un reportaje para SRF News  como socios de Lighthouse Reports visitaron No Name Kitchen en Patras tras hablar con nuestra compañera de prensa. Tras esta visita, los periodistas realizaron dicho reportaje, pero lamentablemente no se menciona No Name Kitchen en el reportaje final, aunque miembros de nuestro equipo dedicaron tiempo y en ayudar a los periodistas en su objetivo y de que NNK es la organización más activa denunciando estas prácticas desde 2019.

Menores maltratados en Europa

Todos los días, el equipo de NNK en Patras visita las fábricas donde viven las personas migrantes. Compartimos comida, llevamos duchas móviles con agua caliente, artículos de higiene, ropa, proporcionamos ayuda médica para curar heridas… Y pasamos tiempo juntos, tomando té, charlando de la vida, compartiendo nuestros sentimientos. La gente nos conoce bien, y saben que, si quieren denunciar cualquier atentado a sus derechos, allí estaremos. Entonces, cualquier día, alguien vendrá a nosotros y nos dirá: “He sido devuelto y quiero denunciarlo”. Ellos saben que su historia se compartirá en nuestras redes sociales.

patras ferry

Como miembros fundadores de la  Border Violence Monitoring Network nosotros, No Name Kitchen, hemos estado alzando la voz para denunciar estas devoluciones ilegales desde 2019, y añadimos todos los testimonios al sitio web de BVMN.

 Aquí  puedes leer la historia de una devolución de un menor de Afganistán que ocurrió recientemente:

Esta es la historia de un menor de 16 años de Afganistán. Partió del “Puerto Nuevo” en Patras el 23 de septiembre. Se montó en un camión y luego en el ferry y alrededor de las 17:30 estaba de camino a Ancona. El ferry era el “Campeón Helénico” de Anek Lines. Todo según lo que nos ha explicado.

24 horas después, el 24 de septiembre, el barco llegó a su destino. El camión en el que estaba escondido tenía que ser el primero en salir del ferry. Sin embargo, antes de encender el motor, el conductor del camión fue a revisar que todo estuviera bien, y fue cuando vio al chico escondido.

El camionero llamó a la policía portuaria y a las 16:00 horas llegaron dos guardias de seguridad de entre 30 y 40 años y una mujer, de aproximadamente 25 años, para llevarse al joven menor. Lo llevaron a una pequeña habitación en la parte superior del bote, donde hacía “un frío increíble”. El chico explicó que no eran agresivos, pero que no le explicaron nada. Dijo que estaba totalmente perdido y comenzó a enviar mensajes de texto a algunos amigos en Grecia:

 “¿Qué debo hacer?”, “¿Qué me están haciendo?”, “¿Adónde me llevan? Estoy aterrorizado, por favor ayúdame”

Luego, el ferry salió de Ancona, hizo una parada en Igoumenitsa y continuó hacia Patras. Con un poco de retraso, el “Campeón Helénico” llegó a Patras a las 6:00 p. m. el 25 de septiembre. Según los informes, el chico fue esposado y llevado a la oficina de commando de Patras. No recuerda cuántos oficiales estuvieron involucrados en toda la parte griega del incidente. Allí tenía comida y agua. Un traductor le explicó que lo iban a llevar a un albergue para menores. Después de tres días en la oficina del commando, fue trasladado al albergue de Patras.

No es un caso aislado

Pero este no es el único caso. La gente, la mayoría de las veces jóvenes (sólo el hecho de saltar al puerto de Patras requiere ser muy ágil), nos cuentan a menudo terribles testimonios de cómo han sido maltratados por las autoridades italianas una vez llegan a cualquier puerto italiano como Ancona, Bari o Venecia y en el transbordador mientras son ilegalmente devueltos a Grecia. También visitamos de vez en cuando la ciudad griega de Igoumenitsa y también allí hemos recogido testimonios de estas prácticas.

Todas las historias que la gente comparte con nosotros están en línea en la página web de la Border Violence Monitoring Network que es la única base de datos con todos los casos de devoluciones ilegales disponibles de forma gratuita y abierta para todos.

También hemos trabajado con la ASGI (Associazione per gli Studi Giuridici sull’Immigrazione) que nos ha apoyado para dar más visibilidad a estas prácticas ilegales.  Aquí puedes leer más información.

En estos momentos, el número de personas que viven en Patras no es muy alto. Puede rondar las 30 (dependiendo del día). Pero ha habido épocas en las que nos reuníamos diariamente con unas 200 personas y muchas de ellas venían a nosotros con las historias de estas devoluciones que siguen un patrón similar: violencia física o verbal, personas esposadas, derechos no respetados (si una persona está en tierra italiana y quiere pedir asilo, está en su derecho e Italia DEBE respetarlo y comenzar el proceso legal siguiendo las leyes de la Unión Europea). Muchas veces las personas son retenidas en habitaciones sin comida ni agua, incluso a veces se les niega la atención médica si se sienten enfermos a lo largo de este proceso.

Muchas veces estas personas son menores que viajan solos desde zonas en conflicto como Afganistán o Kurdistán.

Puedes encontrar más información en nuestras redes sociales y en la base de datos de BVMN donde subimos todos los testimonios. Muchos medios en los últimos días hablan de esto como una práctica del “gobierno italiano de extrema derecha” y, aunque nunca defenderemos a este gobierno que ya está tomando decisiones para dejar morir a más personas en el mar Mediterráneo, recordemos que esto ha estado sucediendo durante años fuera quien fuera el gobierno que gobernara el país. Y está sucediendo en todos los países de la Unión Europea con nuestras políticas fronterizas racistas.